Tercera parte de "Un amanecer helado" :

Horas y horas de camino hacia ninguna parte.
¿A quién iba a engañar? No tenía ni idea de adónde iba, incluso le parecía caminar en círculos.
Había salido de casa con una sonrisa de oreja a oreja y ahora veía la realidad: de los sueños no se vive y de la esperanza tampoco, está claro. Encontrarle no era sólo muy poco probable, era casi imposible. Iba sin tienda de campaña, con unas deportivas y un chándal baratos y una maleta de mano, ¿a dónde pretendía llegar? en ese momento se vio como una completa imbécil, la típica mujer temeraria de las telenovelas que se va dejándolo todo atrás.. eso había hecho ella, dejarlo todo para nada.. bueno nada, sí, para ir en busca de la única persona a la que había amado de verdad en sus casi veintiocho años de vida; era una buena causa pero de todas maneras ella ya no sabía ni qué pensar, no tenía ni idea de dónde sacar las fuerzas para seguir.
Había malgastado el tiempo intentando recordarle y por una vez había arriesgado; pero ahora no tenía adónde ir, no sabía hacia dónde dirigirse.
La esperanza de encontrarle se desvanecía conforme iban pasando los días. Su situación era peor que en la gélida casa, tenía que dormir con la ropa como manta y lo peor era que aún se seguía preguntando si podría llegar a encontrarle. Él, él era la razón por la que ella estaba allí… sola.
En medio de la nada sin comida, sedienta y moribunda, con los ojos llorosos y las manos entumecidas decide volver a casa pero.. no sabe por dónde.

Oscuridad, sólo hay oscuridad.

Falta la última parte así que.. CONTINUARÁ :D